viernes, 4 de noviembre de 2011

Tejiendo palabras...

A la hora de escribir, muchos creen que deberían haber nacido con cierto talento o bien poseer infinitos conocimientos literarios. Sin embargo, cuando llegamos al taller literario, aprendemos que esos son sólo prejuicios y que para concebir un objeto artístico el primer paso es despojarse de ese "no me sale", "no soy creativo", etc.:
Hay dos condimentos fundamentales que hacen a la creación: una voz que se deja oír, y un estilo para hacerse oír mejor.
Diría Simone de Beauvoir:
"La literatura comienza cuando escucho una voz singular. Es preciso que el lenguaje tenga la marca de alguien. Hace falta un estilo, un tono, una técnica, un arte, una invención. Todo puede ser muy distinto según los escritores; es necesario que el autor me imponga su presencia y cuando me la impone, de la misma manera me impone su mundo"

Y cuando decimos que es preciso adoptar una técnica y estilo, significa dar forma a lo que quisimos transmitir, buscando la resonancia en el otro y la eficacia de lo dicho para que se revele, en última instancia, todo el mayor poder significativo y su toque de autenticidad. De lo contrario, percibiríamos ese objeto artístico como inacabado, a medio camino...
Y en ese proceso nos daremos cuenta de que deberemos ir manejando conscientemente las palabras, cambiar una por otra, repetirlas, ocultarlas... Pero esto no significa perder la espontaneidad del escribir, significa escribir para concebir un objeto artístico. Y el camino de la técnica, del estilo, lo irá encontrando cada escritor, a lo largo de ese maravilloso camino de rescrituras y rescrituras, que es -en definitiva- lo que más apasiona a un escritor.
Diría Tolstoi:
"Una cosa que empecé tiempo atrás la rehice ya tres veces y pienso rehacerla una vez más para quedar satisfecho de ella; quizás esto sea como el trabajo de Penélope, pero ello no me abate; yo no escribo por ambición, sino por gusto; encuentro placer y utilidad en esta labor, por eso la hago".
¡Mucha suerte!

2 comentarios:

Profesora Diana Serrago dijo...

Qué exacto es lo que tejiste con tus palabras; cuánta liberación hay con la sencilla acción de tejer sentimientos y expresarlos como cada uno quiera....palabras...pintura...escultura...etc.
Me gustan tus post porque movilizan!

Analía Hernández dijo...

Gracias, Diana!
Los que amamos "tejer palabras" tenemos la suerte de abrirnos a otros mundos...
Eso es una maravilla.
Leo tus post pero no me deja comentar.
Beso grande